En tus ojos palpitan difusas estrellas de plata, galaxias de nácar.
En tus ojos, que contienen toda la santidad y la perversión.
Entre tus cabellos dormita desnuda la esencia de la Luz,
Pero las líneas de tus manos descienden hacia la Oscuridad viviente.
¿Quién eres tú, extraña dama nocturna envuelta en sombras y silencio?
¿Porque te abrigas contra mi pecho en las más frías noches sin Luna?