Sobre la violencia

Se dice que para hablar con un idiota uno debe colocarse a su altura, debe ser otro idiota, sin hacer esto la comunicación no es posible. Es algo bastante triste. Pero hay algo aún más triste: tener que convertirse en un animal.

“¡Pelea si eres hombre!” dicen los gallitos. Y son exactamente eso, gallos de pelea. Cuando uno se enfrenta a una persona violenta, a alguien cuyo nivel de razonamiento es tan escaso que apenas existe, hay dos opciones: ser otro gallo o, simplemente, renunciar. A esta frase, a esta absurda reclamación, solo cabe una respuesta: los hombres no pelean; razonan, debaten y llegan a acuerdos. Los que pelean son los animales.

Entiendo que el hombre no es más que un animal, pero debería disimularlo un poco al menos. En la medida de las posibilidades de cada uno, claro. Son los animales los que se embisten, los que se muerden y se golpean; ellos no pueden hacer otra cosa, no saben hacer otra cosa. Ya que el ser humano tiene la capacidad de razonar ¿no es más conveniente que la use? Pues para algunos esto es una tontería, para mucha gente lo que define al hombre es la capacidad de dar golpes. Y si no lo hace no es un hombre, es un cobarde. Como si no se pudiera ser hombre y cobarde a la vez, como si la humanidad desapareciera con la cobardía, cuando no hay nada más humano que ella. No tiene ni pies ni cabeza, pero esta gilipollez “¡Pelea si eres hombre!” se escucha muy a menudo. Se dice y se jalea, y si uno no quiere comportarse como un macho cabrío y embestir, o como una rata y morder, entonces ya no es hombre. Por favor, que alguien me lo explique, porque yo no entiendo un carajo.

Ser cobarde no es bueno, eso lo sabemos todos, pero el valor y la violencia no tienen absolutamente nada que ver. El valor es algo admirable, ciertamente. Pero en el mundo de las personas no tiene relación con dar coces y bocados, en nuestro mundo tiene que ver con otras cosas, tales como: enfrentarse a la realidad y ser honesto con uno mismo, mirar cara a cara a los miedos más profundos de cada uno y actuar con resolución. Eso es ser valiente, lo otro es ser un animal.

Pues para muchos esto que estoy diciendo es incompresible, no pueden entender otra cosa que la fuerza física, la intimidación o la violencia; en realidad no han bajado aún de los árboles, no han dejado de ser simios. La violencia es un recurso extremo, algo que sirve para enfrentarse a animales o a gente de este tipo, pero que, a las personas con capacidad para razonar, a quien tiene un mínimo de moral o apego por la civilización, le asquea profundamente.

Hay quien nunca lo entenderá, quien opina que un animal violento es igual a un hombre y un cobarde es igual a afeminado. Como si una mujer no pudiera ser violenta, como si un hombre, para adquirir tal condición, debiera serlo. Como digo, a mí que me lo expliquen, porque es un verdadero quebradero de cabeza intentar entender todas estas chorradas.

Así que para terminar les diría a esos gallitos (y “gallitas” que también las hay, y muchas) que se toquen la parte superior de sus cuerpos, ahí deberían tener una cabeza, y, ya que la han descubierto, que intenten aprender a usarla para algo aparte de embestir. Porque si no lo hacen, como se dice en mi tierra, la llevan clara. 

2 comentarios en “Sobre la violencia

  1. … «pelea si eres hombre»: ¡Cuánta frase hecha! Aunque me temo que no se queda sólo en una frase. Suscribo lo que dices, valor y violencia nada tienen que ver. Me pregunto si todo esto que suena ancestral no va ligado a la educación, a la falta de ella me refiero.
    Magnífica reflexión, me gustó leerla.
    FELIZ 2021, te deseo lo mejor. Qué estés bien, Daniel. Un saludo 🍃🍀

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