Cuatro paletos de Birmingham, pobres como ratas, sin oficio ni beneficio, destinados a una vida de anonimato y mediocridad entraron como apisonadoras grises y herrumbrosas en la historia de la música pasando por encima de todo
Cuatro paletos de Birmingham, pobres como ratas, sin oficio ni beneficio, destinados a una vida de anonimato y mediocridad entraron como apisonadoras grises y herrumbrosas en la historia de la música pasando por encima de todo