Lucidez

La cólera de los justos abrasa la tierra

Que, estremecida, se resquebraja lentamente

La humanidad entera llora muerte

Y el Diablo lánguidamente se despereza

 

Los cielos ocultos en nuestro pecho

Se reducen y enrarecen

Y nuestra mirada empañada se extiende

Desintegrando con su odio el Universo

 

Y es tan simple como ser amable

Con querer agradar y querer ayudar

Lo más conveniente para medrar

Y elevarse por encima de lo execrable

 

Es puro egoísmo lo que necesitamos

Pero egoísmo lúcido e inteligente

Del que sabe que depende completamente

De cada uno de los demás, de cada extraño.

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