La vida se compone de raros momentos aislados de extrema importancia y de intervalos en número infinito, en los cuales, cuando más, las sombras de esos momentos llegan hasta nosotros. El amor, la primavera, toda melodía bella, la montaña, la luna, el mar, no hablan sino una vez enteramente al corazón, si bien sucede que toman la palabra en seguida. Muchas gentes, sin embargo, no tienen ni aún estos momentos y son ellas mismas los intervalos y las pausas en la sinfonía de la vida.
Es hermoso lo que dice este texto …
¡Buen fin de semana, Daniel!
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