Una mujer es junto el amor y la gloria
Y la esperanza; al niño guía, consuela al hombre,
Les alza el corazón y les calma la pena,
Como un celeste espíritu en la tierra exiliado.
El hombre doblegado por la labor o el sino
Ante su voz se eleva y su frente se aclara;
Impaciente perpetuo en su obtusa carrera
Lo doma una sonrisa y el corazón le ablanda.
La gloria en este siglo de hierro es insegura:
Es preciso avenirse largamente a esperarla
Pero ¿quien no amaría, en su gracia serena
La beldad que la otorga o nos hace ganarla?
Un precioso canto a la mujer, como un acto de cortejo también ¿por qué no?
Me ha encantado leerlo, Daniel. ¡Qué tengas una feliz semana! 🍃🍀
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