Movido por un dolor incandescente recorrió la plata azul de los nueve mares conocidos, navegando cada palmo de agua. Después los doce desiertos de oro viejo, indagando en sus más recónditos lugares. Rebuscó en los bosques, hurgó en los cielos.
Su sed de conocimiento era infinita.
Tamizó la nieve de las cumbres, filtró el espeso licor de los abismos marinos. Pero el fuego de su interior no se calmaba y parecía arder cada vez con más intensidad. El hombre bajó la mirada a su pecho.
Entonces contempló su corazón.
Y comprendió que, si existía alguna respuesta, estaba en su calor.
Microrrelato para el Reto de las palabras.
Del blog amigo de Úrsula G. Romero.
¡Precioso, Daniel! Es una belleza
Vaya lío que me estoy haciendo tratando de rebloguearlo … NO ME DEJA, voy a copiar el enlace para incluirlo con el siguiente comentario:
«Os invito a leer el bellísimo microrrelato escrito por Daniel Henares para el Reto de las palabras de este mes, que en una primera lectura me transportó al medievo. Nada comparable a la exquisita y candente prosa de este micro que nos lleva al lugar más cálido que existe» …
¡Me ha encantado, Daniel! Es una preciosidad. Gracias por participar y acompañarme. Un abrazo
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Muchas gracias por el reto, a veces ocurre que ese tipo de propuestas estimula la inspiración y la imaginación. Esta vez ha sido así. Estaré atento a próximos retos.
Quizá se ha quedado atascado el WordPress, yo creo que tengo puesto permiso para rebloguear, de todas formas lo voy a mirar.
Te agradezco tus palabras de elogio. Como he dicho otras veces, y no es por ser elitista, cuando vienen de alguien con criterio se aprecian más. Es algo natural a la práctica y la experiencia. No nos sorprende que un mecánico escuchando el ronroneo de un motor sepa al instante cuál es el fallo; pues esto es lo mismo. La práctica de la lectura, da intuición y capacidad de comprensión. Con lo cual, siendo un elogio especial también lo son mis agradecimientos.
Un abrazo. ¡Buen finde!
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Bien traído el ejemplo del mecánico, yo también pienso que la lectura y la escritura están entrelazadas, se ayudan entre sí.
Un abrazo, Daniel ¡Buen finde para ti!
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Vengo del Blog de úrsula. Me ha encantado tu microrrelato
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Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias ^^
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