El Sol entraba por la ventana, dando luz y calor a nuestros cuerpos que estaban muy cerca, ella se mostraba impaciente.
-La primera vez que vi tu rostro me perdí en tus hermosos ojos, y en su dulce profundidad descubrí que eres tú la que contiene al mundo y no al revés. Eres la flor del día, la alegría de la naturaleza y te amo como jamás nadie amo antes ni amará después. ¿Me estás escuchando? ¿Amor?
-¿Me vas a tener aquí toda la mañana o vas a firmar ya el divorcio? Venga, lenguasuave, que se acaban las barras de pan integrales del Mercadona.