Grávida está mi alma con su propio fruto maduro;
Grávida está mi alma con su fruto.
¿Quién vendrá ahora que coma y se sacie?
Rebosa mi alma de su vino.
¿Quién se servirá ahora y beberá y se refrescará del calor del desierto?
»Más me valdría ser un árbol sin flores ni frutos,
Pues el dolor de la abundancia es más amargo que la esterilidad,
Y la pena del rico de quien nadie toma nada
Mayor es que el dolor del mendigo a quien nadie quiere dar.
»Más me valiera ser pozo, seco y reseco, y que los hombres lanzasen piedras
a mi interior;
Pues sería mejor y más fácil soportarlo que ser una fuente de agua viva
Cuando la gente pasa y no quiere beber.
»Más me hubiera valido ser junco aplastado bajo el pie,
Pues eso sería mejor que ser una lira de cuerdas de plata
En una casa con amo sin dedos
Y cuyos hijos son sordos».
Me gustó mucho, en especial:
«(…) ser una fuente de agua viva
cuando la gente pasa y no quiere beber».
Porque te centras en todo cuanto tienes para ofrecer y pasa desapercibido.
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Muchas gracias, Alicia. Pero no es mío, es de un poeta libanés. Abajo del todo viene un link con su nombre. Quizá no lo puse muy claro, disculpa.
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A ti, 😉. Queda claro. Gracias.
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