Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada. La propiedad me ha hecho cruel. Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su … Sigue leyendo «Gallinas» de Rafael Barret
Fragmentos
Del nuevo ídolo
En algún lugar existen todavía pueblos y rebaños, pero no entre nosotros, hermanos míos: aquí hay Estados. ¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abridme ahora los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos. Estado se llama el más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y … Sigue leyendo Del nuevo ídolo
Un gato en un piso vacío, de Wislawa Szymborska
Un gato en un piso vacío Morir, eso no se le hace a un gato. Porque qué puede hacer un gato en un piso vacío. Trepar por las paredes. Restregarse entre los muebles. Parece que nada ha cambiado y, sin embargo, ha cambiado. Que nada se ha movido, pero está descolocado. Y por la noche … Sigue leyendo Un gato en un piso vacío, de Wislawa Szymborska
Arte y mentira (Pessoa) El libro del desasosiego
El arte consiste en hacer sentir a los otros aquello que nosotros sentimos, en liberarlos de ellos mismos, proponiéndoles nuestra personalidad como forma especial de liberación. Lo que siento, en la sustancia verdadera con que lo siento, es absolutamente incomunicable; y cuanto más profundamente lo siento, más incomunicable es. Para que yo pueda, por tanto, … Sigue leyendo Arte y mentira (Pessoa) El libro del desasosiego
El libro del desasosiego, Pessoa (fragmento)
Hay un cansancio de la inteligencia abstracta, y es el más horrible de los cansancios. No pesa como el cansancio del cuerpo, ni inquieta como el cansancio del conocimiento por la emoción. Es un peso de la conciencia del mundo, un no poder respirar con el alma. Entonces, como si el viento tropezase con ellas, … Sigue leyendo El libro del desasosiego, Pessoa (fragmento)
Blagdaross, de Lord Dunsany
En un campo de las afueras de la ciudad sembrado de ladrillos caía el crepúsculo. Una o dos estrellas aparecían sobre el humo, y en ventanas distantes se encendían misteriosas luces. La quietud y la soledad se hacían cada vez más profundas. Entonces, todas las cosas desechadas que callan durante el día hallaron voces. Un … Sigue leyendo Blagdaross, de Lord Dunsany
Fragmentos de Séneca. (Estoicismo). 2ª Parte.
La vida feliz No se puede llamar feliz a quien a desterrado lejos de sí a la verdad. La maldad abunda en deleites. Me ofrezco como un peñasco aislado en un mar turbulento que las olas, desde cualquier lugar, no dejan de azotar, y no por eso lo remueven de su sitio o lo desgastan … Sigue leyendo Fragmentos de Séneca. (Estoicismo). 2ª Parte.
En el desierto, de Stephen Crane
En el desiertovi una criatura, desnuda, bestial,que, acuclillada en el suelo,sostenía su corazón en las manos,y comía de él. Dije, «¿Está bueno, amigo?».«Está amargo», me respondió,«pero me gustaporque está amargoy porque es mi corazón». Stephen Crane
Fragmentos de Séneca. (Estoicismo). 1ª Parte.
Una única ceniza igualará tanto lo que estimas cómo lo que desprecias.
El almohadón de plumas, un relato de Horacio Quiroga
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo … Sigue leyendo El almohadón de plumas, un relato de Horacio Quiroga