Royendo febril este pequeño hueso
Que es todo lo que me queda de ti,
Tosiendo por el fino polvo que producen mis dientes
Y extasiado ante el suave hedor que desprende.
Vago, aturdido y narcotizado
(Como quien recuerda)
Por paisajes que nunca existieron,
Sonrisas, amores que nunca fueron.
Creyéndome mi fantasía
Anoto bodas y funerales
Y extiendo una capa de alegría
Donde sólo había hambre.
Y si es débil la droga que produce
El evocar, o es lejana
Y su perfume se enrarece
¡Bien puedo con unas pinceladas
Aplicar a mi recuerdo el maquillaje que merece!
Otoño de 2008